27 oct 2023

IBM instalará en 2025 su primer superordenador cuántico en Europa en San Sebastián

 La multinacional tecnológica IBM ha anunciado que en 2025 pondrá en funcionamiento su primer superordenador cuántico en Europa, el cual estará ubicado en San Sebastián, España.


Este sistema informático de vanguardia permitirá a científicos e investigadores realizar cálculos y simulaciones de alta complejidad en diversos campos como la química, la inteligencia artificial o el diseño de materiales.

Potencia de computadora sin precedentes


El superordenador cuántico que IBM instalará en la capital guipuzcoana contará con más de 1.000 qubits, las unidades básicas de información cuántica. Esto le conferirá una capacidad de procesamiento exponencialmente superior a las supercomputadoras actuales.


"Con más de 1000 qubits, este sistema representa un salto cuántico que abre nuevos horizontes para la computación y la ciencia en Europa", afirmó el director de Investigación de IBM, Darío Gil.


Según la hoja de ruta de IBM, en 2025 sus ordenadores cuánticos tendrán más de 4.000 qubits de potencia. Esto permitirá resolver problemas computacionales intratables para máquinas clásicas.




Centro de referencia en San Sebastián


El sistema se ubicará en las instalaciones del nuevo centro de investigación BRTA, fruto de la colaboración entre IBM y el Gobierno Vasco.


Investigadores tanto locales como de otros países europeos podrán acceder al superordenador para sus proyectos a través de IBM Cloud.


"Contar con una de las máquinas cuánticas operativas más avanzadas supondrá un salto cualitativo para la I+D vasca y española", señaló el Lehendakari Iñigo Urkullu.


De esta forma, San Sebastián se posicionará como un polo de atracción para talento investigador y se consolidará como referente en tecnologías emergentes.


La computación cuántica podría revolucionar campos tan diversos como la medicina personalizada, el diseño de baterías o la ciberseguridad. IBM da un paso clave para situar a España en la primera línea de esta próxima era tecnológica.


Tecnología de punta


El superordenador de IBM hará uso de chips cuánticos de más de 1.000 qubits de potencia.


Esto significa que podrá realizar operaciones exponencialmente más rápidas que cualquier computadora clásica actual, incluso supercomputadoras de alto rendimiento.


"Este hito situará a España en la primera línea de la investigación y la computación cuántica en Europa", afirmó el director de Investigación de IBM, Darío Gil.



25 oct 2023

La tecnología CRISPR podría revolucionar la agricultura y nuestra alimentación

 


CRISPR es una de las tecnologías más prometedoras de la actualidad, con aplicaciones que van desde la medicina hasta la agricultura. Y es que esta ingeniosa herramienta de edición genética podría transformar radicalmente la forma en que cultivamos alimentos en la próxima década. Veamos qué es CRISPR, cómo funciona y su enorme potencial para crear cultivos más nutritivos, resistentes y sustentables.


CRISPR son las siglas en inglés de "repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas". Se trata de secuencias especiales de ADN que actúan como una suerte de sistema inmune en bacterias. Las bacterias usan CRISPR junto a unas tijeras moleculares llamadas Cas9 para cortar secuencias invasoras de virus.


Los científicos descubrieron cómo "reprogramar" estas tijeras genéticas bacterianas para editar el ADN humano y de otras especies. CRISPR-Cas9 permite cortar el ADN en sitios precisos para eliminar o insertar genes específicos rápida y fácilmente. Esto abrió un mundo de posibilidades increíbles.


Y es que la edición de genes mediante CRISPR es mucho más sencilla, barata y precisa que técnicas previas. Ya se está usando en investigación médica para curar enfermedades genéticas. Pero también tiene aplicaciones revolucionarias en la agricultura y nuestros alimentos.


Una de las mayores promesas de CRISPR es crear cultivos resistentes a sequías, inundaciones y salinidad en suelos. Esto permitiría expandir las zonas de cultivo para alimentar a una población mundial en crecimiento, incluso bajo los efectos del cambio climático.


Incluso podríamos ver nuevos "super cultivos" capaces de crecer en desiertos y suelos áridos donde hoy es imposible. Startups como Inari Agriculture ya están editando el ADN del trigo y otros granos para volverlos más resilientes y productivos con menos agua.


Otra aplicación potente de CRISPR es aumentar los nutrientes y vitaminas en frutas y vegetales. Por ejemplo, se podrían crear tomates o arroz "mejorados" con más vitamina A para combatir la deficiencia en países en desarrollo. O sandías dulces como un postre nutritivo.


También es factible eliminar alérgenos o sustancias tóxicas de ciertos alimentos mediante edición genética. Por ejemplo, crear trigo sin gluten o maníes sin las proteínas alergénicas. Esto ampliaría amplias las opciones disponibles para personas con alergias o intolerancias.


Además, CRISPR podría utilizarse para hacer cultivos más sustentables y amigables con el medio ambiente. Por ejemplo, para reducir el uso de pesticidas, herbicidas o fertilizantes mediante especies nativas mejoradas genéticamente.


Incluso hay ideas para crear ganado vacío sin cuernos mediante CRISPR para evitar el uso controvertido de descuerne. O cerdos modificados genéticamente para tener menos grasa y producir menos metano, un poderoso gas de efecto invernadero.


Sin embargo, la edición genética en géneros agrícolas debate éticos sobre el potencial de CRISPR para alterar irreversiblemente la naturaleza y crear organismos dañinos si se utiliza irresponsablemente. ¿Dónde trazar la línea entre mejorar especies y "jugar a ser Dios"?


Actualmente, ya existen tomates y champiñones CRISPR modificados disponibles en supermercados de EE.UU. Pero su adopción en Europa y otras regiones avanza muy lentamente por la fuerte oposición de grupos ambientalistas y anti-biotecnología.


No obstante, una regulación adecuada podría permitir aprovechar CRISPR para el bien, impulsando la productividad agrícola y la seguridad alimentaria global de forma ética y responsable. Esta tecnología no debería rechazarse por temores infundados, sino abrazarse con la debida prudencia.


Aún queda mucho por explorar en las aplicaciones de CRISPR para la agricultura y podrían surgir usos actualmente inimaginables. Sin duda, estamos ante una tecnología tremendamente prometedora para alimentar al mundo del futuro de una manera más sustentable y nutritiva. Pero se necesitará una discusión abierta para determinar su regulación adecuada en beneficio de todos.